
NOIR
Del encuentro casual y el amor por las historias pasadas nace Noir, un apartamento en el centro de València de lenguaje urbano y una identidad cromática marcada por el negro. Elegante y con carácter, su discurso es un ejercicio de integración comedida entre la funcionalidad de la arquitectura moderna y la recuperación histórica de sus eclécticos techos.

El hallazgo al comienzo de las obras de unos techos antiguos y bellos en su caos, redefinió la materialidad y distribución del espacio. Un romance entre el desorden clásico y la composición de un espacio nuevo de líneas rectas, materiales nobles y sosegados colores para definir una vivienda elegante y confortable.






El uso del negro como herramienta sensible y cohesiva, aporta presencia carácter y calidez. Como contrapunto a su rotundidad, encontramos los tonos serenos del roble color avellana en armariadas, vigas o el suelo laminado en espiga, así como el gris cálido que asoma en los paleados para armonizar la relación del espacio nuevo con los techos abovedados que se revelan a distintas alturas.







La vivienda, cuenta con un salón, cocina y dos habitaciones individuales generosas, un baño de servicio y una habitación principal con vestidor y baño. Su distribución se vertebra mediante un gran volumen negro que divide la zona pública de salón y cocina, de la zona privada de las habitaciones, con una puerta pivotante que lo cierra por completo. Este volumen, por un lado, forma parte de la armariada de la cocina y por el opuesto reviste el tabique divisor y abraza la entrada al baño de servicio.




La cocina queda vista al salón a través de un panel de vidrio negro con puerta corredera lacada en negro. En el centro de la cocina destaca una isla de roble color avellana, y una bancada de trabajo en porcelánico blanco roto veteado. En sus techo se observan las vigas de madera originales iluminadas cuidadosamente para realzar su belleza.


La zona pública se completa con el salón, donde destaca un mueble donde se integra la chimenea de gas como elemento de fuego para crear una atmósfera acogedora.
El discurso de la zona privada, originado en el volumen negro, vira hacia los colores claros dónde un panelado en gris cálido recubre e integra la entrada a las dependencias. En el baño principal, la lógica es la inversa a su homónimo: todo es blanco con vetas en negro a fin de maximizar el volumen reducido del espacio y potenciar la sensación de limpieza y relax.
